Frases populares X 19/03/02
FRASES POPULARES X
Cuando un niño pone la cara para llorar pero que no llega a hacerlo, aunque a veces sí que lo hace, a eso se le llama “hacer pucheros”. Según el diccionario el puchero tiene varias acepciones y una de ellas es ésta, la de los niños que parecen que van a llorar o al gesto que precede al llanto verdadero o fingido. Referente a ésta acepción hay quien dice que se remonta a una carantoña muy común en la antigua Roma donde al besar a un niño se le cogía por las dos orejas, como las asas de los pucheros, ( hay que ver que putada) y se le plantaba un beso en la cara, lo mismo que un cachete o un pellizco en la mejilla, claro que el niño, muchas veces, en vez de hacer pucheros lo que rompía en llanto por la mala leche del adulto que le infligía tal “caricia” con ósculo incluido. Por eso la gente debiera tener la sana costumbre de besar a los niños en la cabeza y no en la cara, y si me apuran mucho ni siquiera debiera besarse a los críos pequeños. El viejo de la boina y el bastón decía que a los niños había que saludarlos a una distancia de un metro y a las niñas, esto es muy importante, el doble, o sea ni tocarlas. Hay personas adultas que aun conservan en sus fosas nasales los olores babosos de personas cuando los besaban siendo niños.
Cuando alguien dice : “Estas en Babia”, quiere decir que esa persona está distraída o ajeno a lo que se está hablando. Babia, como todo el mundo sabe es una comarca leonesa que la baña el río Luna y era el lugar de descanso de los reyes de León en la baja Edad Media. Hubo uno de éstos reyes que cuando se mosqueaba con la corte por los asuntos de intriga de la nobleza, los mandaba a hacer gárgaras y se iba a descansar a esa comarca; también se alejaban con alguna que otra dama, por aquello del “reposo del guerrero”, de las batallas que había entre ellos y sus vecinos. Cuando alguien preguntaba por el rey le decían que Su Majestad estaba en Babia, vamos que deseaba que le dejaran tranquilo por unos días. También dicen que en esa comarca se criaban unos caballos muy fuertes y que el del Cid Campeador procedía de allí llamándole, como todo el mundo sabe, con el nombre de esas tierras, Babieca.
Juanito, ahí no se toca que “son habas contadas”, me decía mi madre al querer yo comerme algo antes de la hora del almuerzo; el caso es que no eran habas, podían ser croquetas, albóndigas o cualquier otro alimento, el caso es que aquello no se podía ni mirar, por si las moscas.
Bueno pues cuando mi madre de mi alma me decía lo de las habas contadas, la pobre no sabía de donde procedía la frase, ni yo tampoco, para que vamos a ponernos moños, hasta hace poco. Durante mucho tiempo la gente se ayudaba de ésta semilla para pequeñas operaciones matemáticas; esto era habitual en muchos de los pueblos de España. Hay gente que dicen que la expresión nació en Cádiz desde que el cabildo eclesiástico de ésta ciudad hacía sus votaciones secretas con habas blancas para votar sí y altramuces para votar no. Dicen que otras congregaciones religiosas utilizaban habas de diversos colores, peladas o cubiertas.
Como todo el mundo sabe “Mearse fuera del tiesto” es mearse fuera del orinal poniéndolo todo perdido. Un tiesto ya se sabe que es una vasija de barro cocido con un boquete en el culo que se usa para criar plantas pero que en Castilla quiere decir orinal. En sentido figurado también quiere decir que se ha salido de la discusión o que se ha hecho un despropósito; hoy mucha gente, con respecto a ésto, dice que “se ha pasado dos pueblos”; que frase mas tonta, verdad ?. “Fulanito creo que te has pasado dos pueblos”, con lo natural que es decir que ese fulanito ha metido la pata hasta el corvejón y dejarse de si se ha dormido en el tren o también porque le ha pillado en el retrete del mismo al llegar a su estación de bajada haciendo aguas menores o mayores; otra frase tonta, con lo bien que se queda diciendo evacuar el vientre o defecar (cagar) o miccionar (mear).
Dicen que copular, fornicar, practicar el ayuntamiento carnal, practicar el “fornicio” o hacer el amor, vulgarmente se le llama “echar un polvo”; como si el amor tuviera una hechura como es el hacerse un traje o una olla de churros; el amor se siente en lo mas profundo del alma : “Cuando el amor sonríe / y los labios suspiran. / Cuando el aire lleve olores de flores y sonidos musicales./Cuando el alma llora y los ojos están quietos de lágrimas./ Cuando en un beso dos almas suspiran. / Cuando ocurra todo esto, entonces es el amor / “. Yo creo que mas de uno de ustedes estará de acuerdo con mi poema al amor y el que no lo esté, pues que me disculpe, que le vamos a hacer, oiga, pero es así como yo siento el amor.
La frase “echar un polvo” viene del sinónimo de consumir rapé, o sea, polvo de tabaco. Hace varios siglos se le denominaba al rapé polvos de Sevilla poniéndose de moda entre los caballeros de la nobleza. Éstos cuando estaban en una fiesta se retiraban a una habitación habilitada para eso: a echar un polvo, es decir a aspirar por la nariz el polvo de tabaco o a fumarlo; dicen que ahora se echan al coleto otra clase de polvo, pero éste es blanco como el azúcar molido y hace mas daño que el negruzco del tabaco. El otro polvo, el de ayuntamiento carnal tiene su origen del Génesis : “Con el sudor de tu frente comerás pan hasta que tornes al suelo, pues de él fuiste tomado ya que eres polvo y tornarás al polvo”. El Miércoles de Ceniza el sacerdote dice :”Recuerda hombre (porqué no dicen también, mujer) que eres polvo y en polvo has de volver”. Claro que el saber popular lo convirtió en si los humanos venimos del coito es lo mismo que decir que venimos del polvo.
Hace tiempo leí una frase atribuida a García Lorca en la que dice que porqué Dios ha creado el deseo sexual y luego lo prohibe y condena convirtiéndolo en sufrimiento y angustias para tantas personas.
Yo pienso que cada uno haga lo que pueda, o que le dejen hacer, pero que tenga en cuenta que el cirio le tiene que durar toda la procesión de su vida; como lo gaste antes de tiempo se puede despedir de los placeres de Venus y al final, eso, se meará en las babuchas antes de tiempo.
Otra frase que es bastante popular es “vivir de la sopa boba”. Ésta podría ser aplicada a las personas que han obtenido una plaza en cualquier empresa, sea estatal o privada, sin hacer siquiera méritos para ello, como mucha gente metida en política o “ganapanes” que no se coscan y reciben su sueldo por la mismísima jeta, que de esos, de haberlos, háilos en grandes cantidades.
Antiguamente, entre los estudiantes de universidades, había una proporción que no tenían recursos y se mantenían con la llamada “sopa boba” que les daban en las porterías de los conventos, junto con los mendigos y algún que otro holgazán, igual que ahora que se les da un bocadillo a los indigentes en el convento de las Hermanitas de los Pobres, cerca de la estación de Renfe, aquí en Málaga. Aquéllos estudiantes, que solían ser de letras, les llamaban sopistas y ser mas pobres que las ratas.
En la Agrupación de Sanidad Militar de Melilla había un suboficial que siempre repetía : “El aceite inglés, que todo el mundo sabe para lo que es”. Y aquí nos tienen a unos cuantos reclutones que no teníamos ni idea de lo que decía ese sargento hasta que el viejo de la boina y el bastón me sacó de dudas, resultando ser un aceite especial para todo aquél soldado que cogía ladillas practicando el ayuntamiento carnal con las mujeres que eran sucias; las limpias no solían pegar nada pero venía a cuento aquél refrán que dice: “ ni amor de puta ni fuego de viruta”. El amor de aquélla solo dura un rato y el fuego de viruta solo sirve para encender la leña. Aunque creo que en los años sesenta en Melilla era raro ver a un soldado irse de putas ya que la policía militar estaba al “liquindoy” en el Polígono y la calle Mar Chica que eran los sitios donde estaban establecidas las mujeres que comerciaban con sus cuerpos sandungueros.
Un gran amigo mío se entretuvo en copiar un epitafio para mi que en el cementerio de Ronda hay en una tumba que le hizo mucha gracia pensando que el difunto tenía que ser un cachondo, y valga la expresión, hasta la muerte. Cuando leí lo que había escrito en un papel en el mismo cementerio no pude sustraerme la sonrisa porque el epitafio hecho poema rezuma arte y guasa en los cuatro versos que lo compone. Dice así :”¿Qué miras ?, un muerto soy. / Reza un padrenuestro hoy / que ya rezarán por ti, / cuando estés como yo estoy”. El muerto, antes de morir, se imaginaba a los curiosos que cuando vamos al cementerio a visitar a nuestros difuntos, algunos como yo, solemos leernos los epitafios, porque de verdad algunos de ellos son pura poesía mereciendo ser leídos con recogimiento y devoción. De verdad que no se quien pudo ordenar que se pusiera ese epitafio en una tumba, quien fuera merece mi admiración porque trató la muerte como una cosa natural de la vida y al que se asomara a los pies de su última morada le indica que se deje de mirar y rece un padre nuestro por él porque tarde mas o menos algún día se encontrará en su misma situación.
A los lectores de oídos castos les pido disculpas y decirles que el léxico o modismo en mi vocabulario que he usado lo he entresacado de nuestro rico tesoro de la lengua castellana.
Reciban un cordial saludo.
Juan J. Aranda
Málaga 19 de Marzo 2002
Cuando un niño pone la cara para llorar pero que no llega a hacerlo, aunque a veces sí que lo hace, a eso se le llama “hacer pucheros”. Según el diccionario el puchero tiene varias acepciones y una de ellas es ésta, la de los niños que parecen que van a llorar o al gesto que precede al llanto verdadero o fingido. Referente a ésta acepción hay quien dice que se remonta a una carantoña muy común en la antigua Roma donde al besar a un niño se le cogía por las dos orejas, como las asas de los pucheros, ( hay que ver que putada) y se le plantaba un beso en la cara, lo mismo que un cachete o un pellizco en la mejilla, claro que el niño, muchas veces, en vez de hacer pucheros lo que rompía en llanto por la mala leche del adulto que le infligía tal “caricia” con ósculo incluido. Por eso la gente debiera tener la sana costumbre de besar a los niños en la cabeza y no en la cara, y si me apuran mucho ni siquiera debiera besarse a los críos pequeños. El viejo de la boina y el bastón decía que a los niños había que saludarlos a una distancia de un metro y a las niñas, esto es muy importante, el doble, o sea ni tocarlas. Hay personas adultas que aun conservan en sus fosas nasales los olores babosos de personas cuando los besaban siendo niños.
Cuando alguien dice : “Estas en Babia”, quiere decir que esa persona está distraída o ajeno a lo que se está hablando. Babia, como todo el mundo sabe es una comarca leonesa que la baña el río Luna y era el lugar de descanso de los reyes de León en la baja Edad Media. Hubo uno de éstos reyes que cuando se mosqueaba con la corte por los asuntos de intriga de la nobleza, los mandaba a hacer gárgaras y se iba a descansar a esa comarca; también se alejaban con alguna que otra dama, por aquello del “reposo del guerrero”, de las batallas que había entre ellos y sus vecinos. Cuando alguien preguntaba por el rey le decían que Su Majestad estaba en Babia, vamos que deseaba que le dejaran tranquilo por unos días. También dicen que en esa comarca se criaban unos caballos muy fuertes y que el del Cid Campeador procedía de allí llamándole, como todo el mundo sabe, con el nombre de esas tierras, Babieca.
Juanito, ahí no se toca que “son habas contadas”, me decía mi madre al querer yo comerme algo antes de la hora del almuerzo; el caso es que no eran habas, podían ser croquetas, albóndigas o cualquier otro alimento, el caso es que aquello no se podía ni mirar, por si las moscas.
Bueno pues cuando mi madre de mi alma me decía lo de las habas contadas, la pobre no sabía de donde procedía la frase, ni yo tampoco, para que vamos a ponernos moños, hasta hace poco. Durante mucho tiempo la gente se ayudaba de ésta semilla para pequeñas operaciones matemáticas; esto era habitual en muchos de los pueblos de España. Hay gente que dicen que la expresión nació en Cádiz desde que el cabildo eclesiástico de ésta ciudad hacía sus votaciones secretas con habas blancas para votar sí y altramuces para votar no. Dicen que otras congregaciones religiosas utilizaban habas de diversos colores, peladas o cubiertas.
Como todo el mundo sabe “Mearse fuera del tiesto” es mearse fuera del orinal poniéndolo todo perdido. Un tiesto ya se sabe que es una vasija de barro cocido con un boquete en el culo que se usa para criar plantas pero que en Castilla quiere decir orinal. En sentido figurado también quiere decir que se ha salido de la discusión o que se ha hecho un despropósito; hoy mucha gente, con respecto a ésto, dice que “se ha pasado dos pueblos”; que frase mas tonta, verdad ?. “Fulanito creo que te has pasado dos pueblos”, con lo natural que es decir que ese fulanito ha metido la pata hasta el corvejón y dejarse de si se ha dormido en el tren o también porque le ha pillado en el retrete del mismo al llegar a su estación de bajada haciendo aguas menores o mayores; otra frase tonta, con lo bien que se queda diciendo evacuar el vientre o defecar (cagar) o miccionar (mear).
Dicen que copular, fornicar, practicar el ayuntamiento carnal, practicar el “fornicio” o hacer el amor, vulgarmente se le llama “echar un polvo”; como si el amor tuviera una hechura como es el hacerse un traje o una olla de churros; el amor se siente en lo mas profundo del alma : “Cuando el amor sonríe / y los labios suspiran. / Cuando el aire lleve olores de flores y sonidos musicales./Cuando el alma llora y los ojos están quietos de lágrimas./ Cuando en un beso dos almas suspiran. / Cuando ocurra todo esto, entonces es el amor / “. Yo creo que mas de uno de ustedes estará de acuerdo con mi poema al amor y el que no lo esté, pues que me disculpe, que le vamos a hacer, oiga, pero es así como yo siento el amor.
La frase “echar un polvo” viene del sinónimo de consumir rapé, o sea, polvo de tabaco. Hace varios siglos se le denominaba al rapé polvos de Sevilla poniéndose de moda entre los caballeros de la nobleza. Éstos cuando estaban en una fiesta se retiraban a una habitación habilitada para eso: a echar un polvo, es decir a aspirar por la nariz el polvo de tabaco o a fumarlo; dicen que ahora se echan al coleto otra clase de polvo, pero éste es blanco como el azúcar molido y hace mas daño que el negruzco del tabaco. El otro polvo, el de ayuntamiento carnal tiene su origen del Génesis : “Con el sudor de tu frente comerás pan hasta que tornes al suelo, pues de él fuiste tomado ya que eres polvo y tornarás al polvo”. El Miércoles de Ceniza el sacerdote dice :”Recuerda hombre (porqué no dicen también, mujer) que eres polvo y en polvo has de volver”. Claro que el saber popular lo convirtió en si los humanos venimos del coito es lo mismo que decir que venimos del polvo.
Hace tiempo leí una frase atribuida a García Lorca en la que dice que porqué Dios ha creado el deseo sexual y luego lo prohibe y condena convirtiéndolo en sufrimiento y angustias para tantas personas.
Yo pienso que cada uno haga lo que pueda, o que le dejen hacer, pero que tenga en cuenta que el cirio le tiene que durar toda la procesión de su vida; como lo gaste antes de tiempo se puede despedir de los placeres de Venus y al final, eso, se meará en las babuchas antes de tiempo.
Otra frase que es bastante popular es “vivir de la sopa boba”. Ésta podría ser aplicada a las personas que han obtenido una plaza en cualquier empresa, sea estatal o privada, sin hacer siquiera méritos para ello, como mucha gente metida en política o “ganapanes” que no se coscan y reciben su sueldo por la mismísima jeta, que de esos, de haberlos, háilos en grandes cantidades.
Antiguamente, entre los estudiantes de universidades, había una proporción que no tenían recursos y se mantenían con la llamada “sopa boba” que les daban en las porterías de los conventos, junto con los mendigos y algún que otro holgazán, igual que ahora que se les da un bocadillo a los indigentes en el convento de las Hermanitas de los Pobres, cerca de la estación de Renfe, aquí en Málaga. Aquéllos estudiantes, que solían ser de letras, les llamaban sopistas y ser mas pobres que las ratas.
En la Agrupación de Sanidad Militar de Melilla había un suboficial que siempre repetía : “El aceite inglés, que todo el mundo sabe para lo que es”. Y aquí nos tienen a unos cuantos reclutones que no teníamos ni idea de lo que decía ese sargento hasta que el viejo de la boina y el bastón me sacó de dudas, resultando ser un aceite especial para todo aquél soldado que cogía ladillas practicando el ayuntamiento carnal con las mujeres que eran sucias; las limpias no solían pegar nada pero venía a cuento aquél refrán que dice: “ ni amor de puta ni fuego de viruta”. El amor de aquélla solo dura un rato y el fuego de viruta solo sirve para encender la leña. Aunque creo que en los años sesenta en Melilla era raro ver a un soldado irse de putas ya que la policía militar estaba al “liquindoy” en el Polígono y la calle Mar Chica que eran los sitios donde estaban establecidas las mujeres que comerciaban con sus cuerpos sandungueros.
Un gran amigo mío se entretuvo en copiar un epitafio para mi que en el cementerio de Ronda hay en una tumba que le hizo mucha gracia pensando que el difunto tenía que ser un cachondo, y valga la expresión, hasta la muerte. Cuando leí lo que había escrito en un papel en el mismo cementerio no pude sustraerme la sonrisa porque el epitafio hecho poema rezuma arte y guasa en los cuatro versos que lo compone. Dice así :”¿Qué miras ?, un muerto soy. / Reza un padrenuestro hoy / que ya rezarán por ti, / cuando estés como yo estoy”. El muerto, antes de morir, se imaginaba a los curiosos que cuando vamos al cementerio a visitar a nuestros difuntos, algunos como yo, solemos leernos los epitafios, porque de verdad algunos de ellos son pura poesía mereciendo ser leídos con recogimiento y devoción. De verdad que no se quien pudo ordenar que se pusiera ese epitafio en una tumba, quien fuera merece mi admiración porque trató la muerte como una cosa natural de la vida y al que se asomara a los pies de su última morada le indica que se deje de mirar y rece un padre nuestro por él porque tarde mas o menos algún día se encontrará en su misma situación.
A los lectores de oídos castos les pido disculpas y decirles que el léxico o modismo en mi vocabulario que he usado lo he entresacado de nuestro rico tesoro de la lengua castellana.
Reciban un cordial saludo.
Juan J. Aranda
Málaga 19 de Marzo 2002
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