domingo, febrero 12, 2006

Una curiosa pregunta y un ferviente deseo 17/11/02

UNA CURIOSA PREGUNTAY UN FERVIENTE DESEO


He visto una fotografía en la que se ve una de las pequeñas puertas del parque Hernández, concretamente la que está frente a la Comandancia General, y me ha llamado la atención, no porque a alguien responsable se le haya olvidado de abrirla después de la feria, que espero que esté nuevamente abierta y la señora que reclamaba su apertura pueda transitar como Dios manda, porque para eso las diseñó el ingeniero militar Don Vicente García del Campo. A mi me recordaba de cuando los niños músicos de la banda del Frente de Juventudes íbamos a la hora de la arriada de la bandera a ver la formación de la guardia y escuchar el toque de oración y observar acto seguido a todos los peatones parándose y a pies firmes mirar con dirección a la balaustrada de la Comandancia. Mi memoria en lo que se refiere a mi niñez en nuestra ciudad es como una patena. Recuerdo que siempre que los soldados de un cuartel, los vestidos de caqui o kaki, por ejemplo, hacían sus guardias, les faltaba un poquito de marcialidad, incluso hasta el corneta de turno, el pobrecillo fallaba en sus notas dándole unos toques que eran de pena. Cuando le tocaba a algún cuartel de Regulares, el nº 2 o el nº5, la cosa cambiaba para bien; su marcialidad era mas militar con esos uniformes de color tierra y las vendas en las piernas. Los cornetas de éstos cuarteles, tanto los de vestimenta de color kaki como los de Regulares, no sé como se la apañaba el oficial de guardia para que fueran todos bajitos y pelones; aunque la verdad sea dicha: en aquéllos años los componentes de las bandas de cornetas y tambores de esos cuarteles eran casi todos bajitos; corrían los años cincuenta y los lectores que peinan canas se acordarán de ello. Y volviendo a la guardia de la Comandancia, cuando le tocaba el turno a La Legión era otra cosa, hasta la corneta era mas grande, siendo ese dato una pregunta sin respuesta que espero de alguien entendido en la materia me lo explique. Ya sé que el tono es mas grave, pero porqué debía (o debe) ser la corneta de la banda de La Legión mas grande que las que se usan en cualquier cuartel. A lo mejor cualquiera de los músicos de la banda o de la sinfónica me lo aclara. Yo sé que el Señor Carmona se informará, si es que lo ignora, y por este medio nos lo dirá. Le digo Señor Carmona, que no es un reto que le lanzo, ni mucho menos, es un ruego que le hago porque sé de su amabilidad y de sus conocimientos militares para enterarnos de estas cosas que aparentemente no tienen importancia pero que para unos pocos curiosos como el que les escribe si que la tiene.
Y cambiando de tema deseo fervientemente que mi amigo Antonio Aznar, Presidente de ADIMEL (Asociación de Diabéticos de Melilla) que la demanda de la creación de una Unidad Diabetológica en el Hospital Comarcal para la ciudad que tiene solicitada la federación melillense sea una realidad lo antes posible. Un abrazo por tu esfuerzo y por tu lucha para que se haga realidad en España las investigaciones con células madres (embrionarias o adultas) y que ese 10% de diabéticos que existen en nuestra ciudad tengan una sana esperanza para su enfermedad y su calidad de vida. Deseo que mi firma sea sumada a las 40.000 recogidas en Melilla.
Decía Max Planck, premio Nobel de física en 1918, que para las personas creyentes, Dios está al principio y para los científicos, al final de todas las reflexiones.
Reciban un saludo