A un cambio de chaqueta 09/09/02
(Numero 2 ) A UN CAMBIO DE CHAQUETA
Hace unos días una gaviota de Melilla me trajo un mensaje por el mar que me hizo sonreír con un poco de malicia, con perdón. Lo que me dijo me descubrió la incógnita que tanto me hacía pensar, y yo que soy un poco hormiguita y voy guardando todo lo que veo que no tiene lógica, me refiero por los ataques furibundos a personas y partidos políticos sin venir a cuento. Pero claro que venía a cuento.
Como sabrán ustedes, la procedencia de la frase “Cambiar de Chaqueta” mas o menos es por que cada partido o fracción de guerra, política o religiosa solía distinguirse por la casaca, túnica o sobrevesta que llevaban sobre la armadura de malla o hierro.. En Francia solían llevar las túnicas de color rojo, mientras que los calvinistas, para distinguirse de ellos las usaban blancas y sin cruces y como las túnicas estaban forradas de tela de otro color se valían de estas circunstancia en los lances de guerra volviendo la sobrevesta del revés, según les convenía, hasta salir del compromiso en el que se encontraban.
Hay otra versión que dice que el origen de esta frase chaquetera es la versátil conducta del Duque de Saboya, Carlos Manuel I (1562-1630). Éste tan pronto se aliaba con Francia que con España. Y en este trajín se ponía su jubón, blanco de un lado y rojo del otro, cuando abandonaba la causa de un país por la del otro. Pero volvamos a la graciosa gaviota melillense que tiene perejiles la cosa.
Resulta que mi “amigo” Francisco Morilla (lo entrecomillo hasta que me diga si es amigo o no ), el que tantas diatribas lanza a la gente del PSOE, local o nacional; llamando con el símil “el zapatero del PSOE” , “Huestes de Zapatero”, “ el mamarracho de Zapatero”, al señor Rodríguez Zapatero, actual Secretario General de ese partido. Pero no crean que los “sociatas” locales se libran de sus dardos, ¡que va!. Al Consejero de Medio Ambiente en un articulo por la paz y la concordia entre musulmanes españoles y marroquíes hermanos, al final del mismo le dice, me imagino sin “mala intención” : “ese socio de Gobierno que se abstiene en las votaciones del auténtico proyecto de ciudad, que ya no tiene ni Medio Ambiente; ni un cuarto de Ambiente, ni siquiera cincuenta gramos”. Ignoro el motivo y la causa de la abstinencia del Consejero.
Les digo que he tenido las páginas de este periódico donde vienen sus artículos, recortadas y leyéndolas y releyéndolas para ver si encontraba algo que pudiera tener sentido a tanto desprecio hacia un partido o personas pertenecientes al mismo. Créanme que me he dado por “cachifundido” (como decíamos de chicos cuando nos rendíamos) sin llegar a sitio alguno; no entendía tanta diatriba. Preguntándome a veces qué le habrán hecho la gente socialista de Melilla a este hombre para que “raje” de ellos como lo hace. Lo que sigue es de punto y aparte.
Resulta que antaño fue “compi”, compañero, camarada, socialista con carnet, y creo que estaba en la ejecutiva local, que es la que manda mas, perteneciente al mismo partido. Como lo oyen, mas bien como lo leen. O sea que el señor Don Francisco Morilla perteneció al Partido Socialista Obrero Español, PSOE; me imagino que cantando la Internacional en los mítines, como es lógico, y con el puño en alto, también de lógica. Entonces, cuando era socialista con carnet, cuando en 1985 se celebró el Pacto de Toledo que Almunia hizo cuando era ministro de la cosa sobre las pensiones, la década en que España se proyectó al mundo mundial, cuando ingresamos en Europa por la puerta grande; cuando se hicieron tantas carreteras uniendo las ciudades, como las ocho provincias de Andalucía; cuando un ministro socialista tuvo que dimitir porque tenía que ver con algo relacionado con la Renfe; cuando tuvo que dimitir el ministro del ramo al descubrirse lo del calvorota de Roldán y tantos otros que metieron la mano en la caja y que están procesados y en chirona. Entonces España era gobernada por sus antiguos camaradas. Claro que lo de las opciones de acciones del compañero de pupitre, que bastante vergüenza haría pasar al otro compañero que lo colocó; lo de Gescartera, que también tuvo que dimitir un Secretario de Estado, ingresando su hermana en chirona, donde aun permanece el engominado y jefe de la trama; lo de los albañales dinerarios de un gran banco con su ramificación en una isla inglesa con nombre de prenda de vestir; y el lino de Castilla la Mancha donde se trincaba por plantaciones que no existían; todo eso quedaba por venir y estaba muy lejos aun. Entonces no pensaba como el 30 de Abril de este año. Quizás se le olvidaría al hombre cuando puso verde a los alcaldes andaluces, todos izquierdosos comunistas o socialistas tachando de marranadas las peonadas que firman a los obreros del campo, ni se pasó “por la hoz y el martillo a los que llevaban el puñito cerrado cantando la Internacional” . A él le importa muy poco que “un pájaro se pase de un árbol a otro en la Alameda”; léase que cobrando “ochocientas mil pesetillas al mes “ por un trabajo de maestro de escuela en Nador, que imagino que muchos de sus compañeros en la ciudad estarían encantados de suplir su plaza, y mas si entre varios alquilan una casa baratita, con unas dietas abultadas, que coño le importa que un paisano suyo andaluz tenga que mendigar unas peonadas para poder subsistir; qué le importa que los ancianos cobren unas pensiones de miseria cuando él se lleva al mes ochocientas mil calas del ala por dar clase a catorce kilómetros de Melilla; que coño le importa, ¡eh!. Lo que sí creo que el señor Morilla debe tener un motivo para tanto desprecio hacia sus antiguos camaradas socialistas. ¿ Qué le harían para que escriba tan malamente de ellos ?. No sé, pienso, creo, me imagino, intuyo si sería porque el hombre deseaba un puesto que no le pertenecía estando ocupado el mismo por otra persona mas idónea. Y claro puede que entonces hizo como el Duque de Saboya, se cambió el jubón del puño y la rosa, dejando a la Internacional sin su preclara voz de acompañante, sacándole el dedo corazón, con los demás cerrados, en este caso de la mano derecha, a sus compañeros socialistas; mas o menos un mini corte de mangas, en este caso de dedo con pedorreta incluida y se subió en las alas de la gaviota del PP y como el Doctor Jekill y Mister Haid empezó su andadura de defensa de sus actuales compañeros y despreciando a los antiguos.
Una señora dirigente del PP, a la que admiro, Soledad Becerríl, dijo una vez :”Pobre cultura si estuviera en manos de políticos y funcionarios” . No sé si enlaza con lo escrito pero a que queda bien, verdad que si ? .
Jonathan Swift, inglés, autor de “Los viajes de Gulliver”, tenía una sátira para escribir muy particular; decía : “ la ambición suele llevar a los hombres a ejecutar los menesteres mas viles: por eso para trepar se adopta la misma postura que para arrastrarse”.
Otro, que me parece que era también inglés decía : “ La buena conciencia es blanda almohada”. Así que el que la tenga buenecita que sueñe con los angelitos del cielo.
A los que han pecado venialmente y no quieran decírselo al cura, por vergüenza torera, y deseen flagelarse, ya que con su rica prosa nos castiga de vez en cuando, recomiendo que sigan leyendo al excamarada socialista señor Don Francisco Morilla.
Reciban un saludo.
Juan J. Aranda Málaga 9 de Septiembre de 2002
Hace unos días una gaviota de Melilla me trajo un mensaje por el mar que me hizo sonreír con un poco de malicia, con perdón. Lo que me dijo me descubrió la incógnita que tanto me hacía pensar, y yo que soy un poco hormiguita y voy guardando todo lo que veo que no tiene lógica, me refiero por los ataques furibundos a personas y partidos políticos sin venir a cuento. Pero claro que venía a cuento.
Como sabrán ustedes, la procedencia de la frase “Cambiar de Chaqueta” mas o menos es por que cada partido o fracción de guerra, política o religiosa solía distinguirse por la casaca, túnica o sobrevesta que llevaban sobre la armadura de malla o hierro.. En Francia solían llevar las túnicas de color rojo, mientras que los calvinistas, para distinguirse de ellos las usaban blancas y sin cruces y como las túnicas estaban forradas de tela de otro color se valían de estas circunstancia en los lances de guerra volviendo la sobrevesta del revés, según les convenía, hasta salir del compromiso en el que se encontraban.
Hay otra versión que dice que el origen de esta frase chaquetera es la versátil conducta del Duque de Saboya, Carlos Manuel I (1562-1630). Éste tan pronto se aliaba con Francia que con España. Y en este trajín se ponía su jubón, blanco de un lado y rojo del otro, cuando abandonaba la causa de un país por la del otro. Pero volvamos a la graciosa gaviota melillense que tiene perejiles la cosa.
Resulta que mi “amigo” Francisco Morilla (lo entrecomillo hasta que me diga si es amigo o no ), el que tantas diatribas lanza a la gente del PSOE, local o nacional; llamando con el símil “el zapatero del PSOE” , “Huestes de Zapatero”, “ el mamarracho de Zapatero”, al señor Rodríguez Zapatero, actual Secretario General de ese partido. Pero no crean que los “sociatas” locales se libran de sus dardos, ¡que va!. Al Consejero de Medio Ambiente en un articulo por la paz y la concordia entre musulmanes españoles y marroquíes hermanos, al final del mismo le dice, me imagino sin “mala intención” : “ese socio de Gobierno que se abstiene en las votaciones del auténtico proyecto de ciudad, que ya no tiene ni Medio Ambiente; ni un cuarto de Ambiente, ni siquiera cincuenta gramos”. Ignoro el motivo y la causa de la abstinencia del Consejero.
Les digo que he tenido las páginas de este periódico donde vienen sus artículos, recortadas y leyéndolas y releyéndolas para ver si encontraba algo que pudiera tener sentido a tanto desprecio hacia un partido o personas pertenecientes al mismo. Créanme que me he dado por “cachifundido” (como decíamos de chicos cuando nos rendíamos) sin llegar a sitio alguno; no entendía tanta diatriba. Preguntándome a veces qué le habrán hecho la gente socialista de Melilla a este hombre para que “raje” de ellos como lo hace. Lo que sigue es de punto y aparte.
Resulta que antaño fue “compi”, compañero, camarada, socialista con carnet, y creo que estaba en la ejecutiva local, que es la que manda mas, perteneciente al mismo partido. Como lo oyen, mas bien como lo leen. O sea que el señor Don Francisco Morilla perteneció al Partido Socialista Obrero Español, PSOE; me imagino que cantando la Internacional en los mítines, como es lógico, y con el puño en alto, también de lógica. Entonces, cuando era socialista con carnet, cuando en 1985 se celebró el Pacto de Toledo que Almunia hizo cuando era ministro de la cosa sobre las pensiones, la década en que España se proyectó al mundo mundial, cuando ingresamos en Europa por la puerta grande; cuando se hicieron tantas carreteras uniendo las ciudades, como las ocho provincias de Andalucía; cuando un ministro socialista tuvo que dimitir porque tenía que ver con algo relacionado con la Renfe; cuando tuvo que dimitir el ministro del ramo al descubrirse lo del calvorota de Roldán y tantos otros que metieron la mano en la caja y que están procesados y en chirona. Entonces España era gobernada por sus antiguos camaradas. Claro que lo de las opciones de acciones del compañero de pupitre, que bastante vergüenza haría pasar al otro compañero que lo colocó; lo de Gescartera, que también tuvo que dimitir un Secretario de Estado, ingresando su hermana en chirona, donde aun permanece el engominado y jefe de la trama; lo de los albañales dinerarios de un gran banco con su ramificación en una isla inglesa con nombre de prenda de vestir; y el lino de Castilla la Mancha donde se trincaba por plantaciones que no existían; todo eso quedaba por venir y estaba muy lejos aun. Entonces no pensaba como el 30 de Abril de este año. Quizás se le olvidaría al hombre cuando puso verde a los alcaldes andaluces, todos izquierdosos comunistas o socialistas tachando de marranadas las peonadas que firman a los obreros del campo, ni se pasó “por la hoz y el martillo a los que llevaban el puñito cerrado cantando la Internacional” . A él le importa muy poco que “un pájaro se pase de un árbol a otro en la Alameda”; léase que cobrando “ochocientas mil pesetillas al mes “ por un trabajo de maestro de escuela en Nador, que imagino que muchos de sus compañeros en la ciudad estarían encantados de suplir su plaza, y mas si entre varios alquilan una casa baratita, con unas dietas abultadas, que coño le importa que un paisano suyo andaluz tenga que mendigar unas peonadas para poder subsistir; qué le importa que los ancianos cobren unas pensiones de miseria cuando él se lleva al mes ochocientas mil calas del ala por dar clase a catorce kilómetros de Melilla; que coño le importa, ¡eh!. Lo que sí creo que el señor Morilla debe tener un motivo para tanto desprecio hacia sus antiguos camaradas socialistas. ¿ Qué le harían para que escriba tan malamente de ellos ?. No sé, pienso, creo, me imagino, intuyo si sería porque el hombre deseaba un puesto que no le pertenecía estando ocupado el mismo por otra persona mas idónea. Y claro puede que entonces hizo como el Duque de Saboya, se cambió el jubón del puño y la rosa, dejando a la Internacional sin su preclara voz de acompañante, sacándole el dedo corazón, con los demás cerrados, en este caso de la mano derecha, a sus compañeros socialistas; mas o menos un mini corte de mangas, en este caso de dedo con pedorreta incluida y se subió en las alas de la gaviota del PP y como el Doctor Jekill y Mister Haid empezó su andadura de defensa de sus actuales compañeros y despreciando a los antiguos.
Una señora dirigente del PP, a la que admiro, Soledad Becerríl, dijo una vez :”Pobre cultura si estuviera en manos de políticos y funcionarios” . No sé si enlaza con lo escrito pero a que queda bien, verdad que si ? .
Jonathan Swift, inglés, autor de “Los viajes de Gulliver”, tenía una sátira para escribir muy particular; decía : “ la ambición suele llevar a los hombres a ejecutar los menesteres mas viles: por eso para trepar se adopta la misma postura que para arrastrarse”.
Otro, que me parece que era también inglés decía : “ La buena conciencia es blanda almohada”. Así que el que la tenga buenecita que sueñe con los angelitos del cielo.
A los que han pecado venialmente y no quieran decírselo al cura, por vergüenza torera, y deseen flagelarse, ya que con su rica prosa nos castiga de vez en cuando, recomiendo que sigan leyendo al excamarada socialista señor Don Francisco Morilla.
Reciban un saludo.
Juan J. Aranda Málaga 9 de Septiembre de 2002
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