domingo, febrero 12, 2006

Reflexiones sobre la historia 04/10/02


REFLEXIONES SOBRE LA HISTORIA


Hace unos meses en estas mismas páginas escribía yo sobre lo que el periodista Adolfo Llanos Alcaraz en su libro “La Campaña de Melilla de 1893- 1894” decía con respecto a nuestros vecinos. Quede claro que corrían unos años que hoy nadie desea y el escenario es distinto pero con los mismos actorres que viene a ser lo mismo y además con lo que está cayendo entre las relaciones de “hermanos”, que no primos, de España y Marruecos. Decía Llanos Alcaraz: “Hace falta conocer a los moros, haberlos tratado de antiguo, ser siempre y a toda hora y en todo momento, severísimos con ellos, no dejarles pasar una sutileza, ni una evasiva, atajarlos, envolverlos en suma, ante el irrestible impetu de la gravedad de los asuntos. No es posible haya negociadores mas a propósito que los moros para alargar las conferencias, para evitar lo que no les acomoda, para mostrarse convencidos y luego volver a la cuestión y para repetir sin cansarse sus argumentos, por mas que se los hayan destruidos “ .
Otro periodista, el admirado Forges, por sus chistes tan agudos que publica en El País diariamente dice en el del jueves 26 de Septiembre, titulado : “Romance de la Princesa del Palacio” donde en un dibujo de un balcón se lee “Palacio de Santa Cruz”, sede del Ministerio de Exteriorres, nuestra ministra se dirige a su homólogo marroquí en un poema que no tiene desperdicio alguno, dice : “ Benaissa, Benaissa; moro de la morería ... /.... que vaya plantones que pegas / con rebotes y porfías / para ocultar lo que es cierto : / que en ese imperio alauita / unos pocos son muy ricos / y unos muchos sin comida, / huyen a miles y miles / y en ello se arriesgan la vida... /... dejaos de perejiles / y subsiguientes paridas / y quitad los privilegios / a esa casta corrompida / que os obliga a estos enconos.../... esto es lo que yo os diría / de poder largar sincera, / buen ministro Benaissa / " . Yo me apunto también.
El plantón dado por Benaissa a nuestra ministra deja bién claro cual es la postura de nuestros vecinos con respecto a las verdaderas relaciones de los dos países. España, sencillamente y sin exaltarse, le ha dicho claramente a Marruecos que hablarán de todo, imagino que incluso del buen tiempo, como los vecinos de una escalera pero de las dos ciudades que son España juridicamente, nada hay que decir. Que el Reino Unido y España hablen sobre Gibraltar y la cosoberanía compartida, con la complejidad de la base en la Roca, que si también debe ser compartida, no debe servir como una lanza arrojadiza de Marruecos hacia nuestro país porque no tiene nada que ver y ellos lo saben muy requetebién.
El socialista Yusufi dijo hace poco :” .... se debe poner fín a la ocupación de Ceuta y Melilla respecto al Tratado de Amistad con España “. Poco mas o menos como lo que decía Sidi Mohamed a Carlos III el 19 de Septiembre de 1774 sin querer romper el Tratado de 28 de Mayo de 1767 : “ (...) Sabed que Nos estamos con Vos en paz según el Tratado de las Paces entre Nos y Vos (.......) Pero los mahometanos de nuestros dominios y del de Argelia se han unido de acuerdo diciendo que no quieren permitir cristianos en las costas desde Ceuta hasta Orán (..... ) Que nuestros barcos tomarán viveres y seguirá el comercio con arreglo al Tratado de 28 de Mayo de 1767 “.
Dos meses mas tarde, el 22 de Noviembre, este rey le envía otra carta a través de su ministro Samuel Sumbel, que era judío, diciéndole una frase que su tataranieto y varios “tatas” más, actual rey, debe tener en cuenta : “ (...) En cuanto a las Plazas que están en las costas de Nuestros Dominios que el Rey de España reclama su derecho de pertenencia, no son ni nuestras ni de él, pertenecen a Dios Todopoderoso que las dará a quuien le plazca “. Y mira por donde sitió a Melilla durante 100 días donde se cubrieron de gloria muchos españoles, entre ellos penados que cumplían condena en el Presídio. Como anécdota diré que el primero que cayó muerto fue un soldado del Regimiento de la Princesa llamado Juan Rodriguez, natural de Torralba, Toledo; y el último el soldado de Infantería Raymundo Capellera.
El escritor francés de origen marroquí, Tahar Ben Jelloun acusaba en una carta abierta a nuestro director de cine Pedro Almodovar por negarse éste visitar el Festival de cine de Marraquech, de ser “cómplice de un Estado colonizador y alinearse de la estupidez política aznarista “. Agustín Almodovar, hermano y productor del cineasta, muy cabreado ante estas acusaciones exclamó : ” ¡ Aznarista !, ¡ es el colmo ! “.
En este periódico del 27 de Agosto se puede leer lo que Benaissa dice que la ocupación de Ceuta y Melilla no concede a España un título de propiedad. Como eso que dijo era de cara a la galeria sabe muy bién, igual que sus consejeros que los titulos de propiedad que España posee sobre las dos ciudades hermanas son mucho antes de que Mulay Chérif se proclamara rey o emperador de Marruecos en 1666. Desde ese año concretamente, nuestro vecino, natural del Rif, embajador de Marruecos, debe fijar la fecha en que su país se formó como tal. Teniendo en cuenta, por supuesto, que Melilla ya era España desde el 17 de Septiembre1497, y nuestra hermana Ceuta lo era desde el 30 de Abríl de 1656 por el Tratado de Paz firmado en Aranjuez con Portugal. Todo lo demás son zarandajas y ganas de marear la perdíz de la demagogia.
No sé si me quedaré con las ganas de leer alguna declaración de políticos españoles “descafeinados”, como alguien dijo una vez en 1985, por ser oriundos del país vecino, diciendo algo así como : “ Señores gobernantes de Marruecos, cáyense ya de una vez y arreglen su pueblo para que podamos vivir en paz entre todos“. Yo lo remataría con que se marcharan a hacer puñetas de una puñetera vez, ¡ joder ! . Lo de las puñetas, como todo el mundo sabe, son el bordado que tienen en las bocamangas los magistrados y jueces, y por lo visto es algo complicado trabajarlo. Lo de joder ya es mas vulgar pero sienta bién al soltarlo cuando estás cabreado. Pues eso, con todos los respetos, que se vayan a hacer puñetas de una vez, ¡ joder ! y dejen de dar la tabarra cada vez que se les quema el arroz.