sábado, enero 28, 2006

Recordando una reivindicación 21/05/02

RECORDANDO UNA REIVINDICACION



En mi anterior escrito no me dio para mas, dado el espacio que se me brinda, que es mucho, para recordar fechas y hechos históricos como decía el fallecido señor Mir Berlanga de Melilla. También volví a leer en este periódico que Miguel Primo de Rivera daría la vida por Ceuta y Melilla al igual que sus familiares lucharon en los campos de Marruecos en los siglos XIX y XX; bueno, al menos se ha retractado el hombre y ante eso solo me resta decir que “donde dije digo, digo Diego”; o sea que enmiendo mi proceder pidiendo disculpas en las mismas páginas. Las suspicacias y las moscas que algunos llevamos detrás de las orejas con respecto a algunos comentarios de Melilla, mas bien cuando leemos o escuchamos a algún orate farfollar (“palabrería”, según Diccionario Popular de Málaga) algo denigrante de nuestra ciudad, creo que a cualquier melillense bien nacido le sentaría como una patada en los mismísimos sentimientos; quizás en los que están pensando ustedes no me haría tanto daño.
Los otros días me refería al barrio que Melilla le dedicó al General Don Miguel Primo de Rivera y Orbaneja y coincidiendo con la reelectura y apuntes de los libros del señor Mir Berlanga me encontré con que el barrio en cuestión, según el autor de “Floresta de Pequeñas Historias” en la página 203 se puede leer que dicho barrio se construyó a raíz de la explosión del polvorín del Fuerte de Cabrerizas Bajas. Eran las 12,40 de la noche del 26 de Septiembre de 1928 cuando se escuchó una formidable explosión que sacudió la ciudad violentamente. El relato, en síntesis, que hace el señor Mir sobre el luctuoso acontecimiento es tan detallado que cualquiera que tenga la edad suficiente, me consta que los hay, y que haya conocido el fuerte de Cabrerizas Bajas, que era similar al de Camellos y el de San Lorenzo, puede darse cuenta de la magnitud del siniestro. Dice que una de las mujeres heridas llamada Amparo Sánchez Lavado dio a luz felizmente una niña. Una anécdota curiosa es que si esa niña, que hoy sería abuela, o algún familiar de ella leyera esto se sentiría con ansias de saber mas del suceso que conmovió a Melilla y a España entera el día de su nacimiento donde murieron mas de cincuenta personas. Y dice también que por iniciativa del Jefe del Gobierno Don Miguel Primo de Rivera se inició un nuevo barrio ya que habían sido destruidas mil noventa y nueve casas de los barrios de Cabrerizas, Hebreo, Batería J, y el de la Carretera de Hidúm. El barrio, como ya saben, lleva su nombre. Y como anécdota luctuosa también el Teatro Novedades de Madrid ardió dos días antes, el 24 del mismo mes de Septiembre.
Ayer un amigo melillense me decía que en Melilla no se había representado ninguna ópera hasta hace unos días que se vio una de Verdi. Algo de eso pude leer. Le contesté que “La Bohéme” de Puccini a finales de los cincuenta mi menda la vio con mi padre en el Auditorium Carvajal, y recuerdo que una señora no paró de gimotear en casi toda la función y como hablo de memoria, si hay alguien en la ciudad que tenga acceso a alguna hemeroteca me lo diga, que el agradecimiento sería hasta que se me olvide de respirar.
Yo de verdad que no paro y ustedes dirán que soy un coñazo de pesado, pero no me puedo sustraer a mi sempiterna petición de una calle para mi maestro de música, Don Julio Moreno Rodríguez. Qué quieren que les diga si cada vez que veo en el callejero de la ciudad el nombre de Napoleón me da grima, vulgarmente mala leche, porque como ya decía hace tiempo consultado el callejero de las ciudades y pueblos mas importantes de España el nombre del pequeño general de la mano en el pecho no se encuentra en ninguna de ellas y menos en la de Bailén, estaría bueno. Yo le pregunto, aunque se lo pase por el forro de su carpeta de asuntos urgentes, al encargado de dar nombre a las nuevas vías de la ciudad, qué coño hizo Napoleón por Melilla para que lleve una calle con su nombre en el distrito 52005 postal. Lo del órgano femenino, si lo desean, cámbienlo por el masculino, que queda como mas enérgico, me da igual. ¿ Es que no han visto estos señores los cuadros de Goya ? “ Los fusilamientos del tres de Mayo”, “El dos de Mayo en la Puerta del Sol” o los grabados “Los Desastres de la Guerra”, y otro donde se pueden ver a los Mamelucos egipcios pasando a cuchillo a mucha gente de Madrid. Así que cuando alguien le llame mameluco no crea que quiere decirle inocentón o tontorrón. Menuda escabechina hicieron en varias corralas del viejo Madrid. Deben ponerse al día sobre la Guerra de la Independencia, mas bien de Liberación, y sus consecuencias en toda España, y mira por donde mi ciudad que tiene una plaza en el Barrio del Tesorillo rotulada con los nombres de dos héroes de esa Guerra, me refiero la de Daoiz y Velarde, donde hace unos días se les rindieron homenaje militar con banderas, banda y música. Como anécdota y para que las memorias se despierten y abran las enciclopedias diré que Don Luís Daoiz y Torres estuvo destinado en Ceuta, defendiendo la ciudad contra los fronterizos y después de varios hechos de guerra fue destinado, con el grado de capitán, al Parque de Artillería de Madrid. También a Pedro Velarde y Santiyán como Jefe de la Junta Suprema económica del Cuerpo de Artillería le sorprendió el levantamiento del pueblo de Madrid, el famoso 2 de Mayo de 1808, donde ambos entregaron sus vidas con heroicidad defendiendo a su pueblo. Si la calle de Napoleón hubiese estado confluyendo a la plaza de los Héroes y algún fino periodista se hubiese dado cuenta, se hubiera preguntado a quién se le hacía el homenaje: a los militares españoles o al invasor que nos puso la bota en el cuello a principios del siglo XIX.
Ya sé que esta reivindicación caerá en saco roto, como las anteriores, porque desde esta atalaya del “Melilla Hoy “ a un humilde españolito melillense y usando el tópico de a pié, no le harán ni puto caso pero que quede claro que Don Julio era un profesor altruista, muy buena persona y además de Falange, que era lo único que había en Melilla y en toda España para que los niños humildes de los colegios de balde o públicos pudiéramos estudiar música gratuitamente, como el que les escribe y muchos otros que hoy están en unos peldaños, pocos, mas altos en la escala económico-socio-política, que no moral. Don Julio Moreno fue músico militar y profesor y director de varias generaciones y se que mucha gente que ha tenido y tiene cargos e influencia en el Palacio de Enrique Nieto lo conoció y si no es así que pregunten a los músicos que rondan los sesenta años y que pertenecen a la municipal o a la sinfónica de la ciudad, verán que los mismos, sus primeros balbuceos de solfeo lo aprendieron con Don Julio en la apestosa y guarrindonga sala de la calle Medina Sidonia en el Mantelete, cerca de la Agencia Portabella; repito: la única academia de música que había para nosotros. Había otros profesores pero estos cobraban por las clases y había que proveerse de instrumentos y en la banda de los Flechas (Falange) eran gratis y además lo pasabas cojonudamente, a pesar de la cloaca que había de retrete, que bastante sufría el pobre Don Julio al impedirnos que orináramos allí, por las ratas que eran como liebres. Los sueldos, mas bien míseros, de nuestros padres eran de pena, el mío cobraba trescientas treinta y tres con treinta y tres, al mes, si señor, al mes y eso que era funcionario del Excelentísimo Ayuntamiento (chofer de bomberos).
Así queridos lectores juzguen ustedes si el maestro de música, Don Julio Moreno Rodríguez, no se merece algún reconocimiento de nuestra Ciudad Autónoma cuando la amaba como cualquier hijo de Melilla; llegando incluso a componer varias sinfonías dedicadas a Melilla; recuerdo una que la tituló con el nombre de uno de los parques mas bonitos que existen en España: ” Aromas del Parque Hernández”, que imagino que su hijo Manuel (Manolín), residente en la ciudad podrá dar señales de las partituras. El agradecimiento de los niños melillenses de los cincuenta que aprendimos con Don Julio una de los artes mas bellas que existen en el Mundo sería emocionado y con toda la sencillez, como era él en la realidad.
Si alguien responsable en el Palacio de Enrique Nieto lee esto y desea que se le informe de la figura de Don Julio Moreno solo tiene que ponerse en contacto con la señora directora de este diario.
Reciban un saludo.




Juan J. Aranda

Málaga 21 de Mayo 2002