Crítica a una estulticia 13/05/02

CRITICA A UNA ESTULTICIA


Aunque este escrito lo tenía para otros menesteres, no puedo reprimirme y comentar algo sobre lo que viene en éste diario de 3 de Mayo, referente a lo que el Presidente Juan José Imbroda contestó a Miguel Primo de Rivera y Urquijo sobre la “devolución” de Ceuta y Melilla a Marruecos.
Debido a mi torpeza e ignorancia, yo no llego a entender las declaraciones de una persona que ha desempeñado un cargo público, senador para mas señas, en la que dice, buscando el símil de Gibraltar en la Península: “Desde que el mundo es mundo, forman parte del mismo territorio geográfico”. Éste hombre o ha perdido la memoria o es un felón de cuidado. Y como saben ser felón es el que comete traición o deslealtad, por eso suena tan feo y tan asqueroso y para mucha gente de buena fe, como es natural, esas declaraciones es de una gran felonía. También perder la memoria es grave, porque eso es una enfermedad odiosa que mucha gente mayor padece y hace sufrir y consumir el espíritu de los familiares mas cercanos, los que los cuidan, pero en éste caso los “familiares” somos los nacidos en las ciudades hermanas, los que tenemos la penitencia no merecida de aguantar las gilipolleces de personajes como las de éste señor y de muchos otros, porque no solo los gilipollas acreditados dicen gilipolleces, hay algunos que se escudan en sus cargos para decirlas creyendo que quedan impunes. Pero quienes se sentirían mas traicionados, vilipendiados y despreciados serían los que están enterrados en la Purísima y los que quedaron en los campos de batallas. A esos casi siempre se les olvida en el transcurso de los años, aunque nuestra ciudad como Ceuta, han transmitido el honor de no olvidarlos a nuestra idiosincrasia de bien nacidos en las mismas. Por ese motivo, algunos gilipollas, nos llaman patrioteros a los nacidos en las dos ciudades. Digo lo de bien nacidos porque de mal nacidos los hay también. Yo creo que la historia de nuestro País, Patria, Nación, España, como deseen llamarle, mas bien el rigor histórico de nuestras dos ciudades hermanas, éste ex-senador chauvinista, sin encomendarse a santo alguno, ni consultar a gente que sepa de éstas cosas, se lo ha pasado por el forro de su ignorancia malintencionada, ergo cojones.
Un familiar de éste señor, que me parece que sería su abuelo o tío abuelo por parte paterna, ya habrá alguien que me ratifique el parentesco; me refiero al general que llevaba su nombre y primer apellido: Don Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, segundo Marqués de Estella, laureado con la Cruz de San Fernando por hechos de guerras en Marruecos; Capitán General de Castilla la Nueva, Valencia, Andalucía y Cataluña. Cuando desempeñaba éste último cargo en 1923 dió un golpe de Estado encargándose de una Dictadura Militar, convirtiéndose en Civil (Dictablanda) a los dos años. Bueno, pues años antes de desempeñar todos esos altos cargos, en el Ateneo de Jerez, donde era natural, hizo unas declaraciones mas o menos como las que ha hecho su descendiente; dijo algo así como que no valía la pena de que España enviase ningún soldado mas allá del Estrecho de Gibraltar. Fulminantemente lo enviaron de Gobernador Militar a una provincia gallega. Claro que años mas tarde, como me refiero anteriormente, fue un héroe, ganando la Laureada de San Fernando y siendo el General que mandaba, el 8 de Septiembre de 1925, el famoso Desembarco de Alhucemas. Nuestra ciudad, olvidando lo que manifestó en su contra, le dedicó el barrio que todos los melillenses conocemos: “Barrio de Primo de Rivera”. Parece que la historia se repite y hay que recordarle lo que Jacinto Benavente decía: “ La riqueza que ganó uno con el esfuerzo propio es la que mas cuesta adquirir, pero es la que mejor se conserva”.
Yo recomendaría a la Asamblea de la Ciudad de Melilla que a éste hombre, en vez de un barrio, sería de locos, como a su ascendente familiar, se le enviara un diploma en el que se le otorgase, con toda la solemnidad del momento : “Persona non grata” y que se dedicara a bordar los puños de los magistrados, o sea a hacer puñetas.
Ser de Melilla o de Ceuta, mucha gente lo llevamos con el orgullo natural de bien nacidos pero a veces es como un sacrificio lacerante, debido a que continuamente tenemos que estar tapando bocas orates de ignorantes supinos y estólidos.
Hoy reciban un saludo afectuoso pero con un cabreo de mil demonios, como creo que muchos de ustedes estarán, con ganas de mandar a hacer gárgaras a los personajes que tratan a nuestra ciudad como extranjera.



Juan J. Aranda

Málaga 13 Mayo 2002