sábado, enero 28, 2006

Desde Málaga con empatía 01/08/02

DESDE MÁLAGA CON EMPATÍA



Abochornado, desconcertado, confundido, humillado, turbado, avergonzado, anonadado, abrumado, absorto, cariacontecido, acobardado, acojonado y al final : k.o. (léase noqueado). Así es como me sentí al leer la réplica que me hace el señor Morilla en “La Voz” de este periódico del domingo 28 de Julio. Sentía una especie de vértigo cada vez que iba leyendo cada título que posee, el de corresponsal de prensa radio y televisión, del que tuvo que “aportar muchos artículos publicados hasta esa fecha”, 13 de Marzo de 1986 para obtenerlo. Dice que en la parte inferior de ese documento hay una frase que dice : ” Rogamos a los Organismos y Autoridades den al portador las máximas facilidades para el desempeño de su labor”. Tengo que decir que cuando me tallaron en Barcelona para mi incorporación al Ejercito en Viator, como iba solo en el tren también me dieron un pase-vaya parecido a ese en el que mas o menos decía que las autoridades por donde iba pasando me debían alimentar y facilitar mi traslado : “ aceite, sal y vinagre y asiento a la lumbre “, creo que se decía en los siglos pasados a los soldados en ruta. Ya lo sé, que ya lo sé, que esto no tiene nada que ver con su documento, solo era un comentario. Ahora que le digo que las furgonetas de reparto de prensa para los kioscos también llevan ese cartelito que dice “Prensa”, claro que ellos no son corresponsales, solo repartidores. También los artículos publicados en ABC de Sevilla, Correo de Andalucía, Revista de la Diputación de Córdoba, la colaboración en L’Opinión de Marruecos, y no hablemos de los premios de poesía que ha sido merecedor, porque cuando se los han dado es que se los ha merecido y bendita sea su alma, de lo que me alegro una jartá.
Yo, por mi torpeza y ser un aprendiz de juntar palabras y no “ principiante o meritorio de categoría local”, como me llama, imagino con todo el cariño del mundo, que me gusta leer las cosas que no entiendo dos o tres veces, qué quiere que le diga si estudié en el colegio de Ataque Seco, hoy España, colegio de balde, y luego en el único Instituto de Bachillerato de la calle García Cabrelles; qué mas hubiesen querido mis padres pero como los sueldos de los funcionarios del Ayuntamientoera eran una miseria me tuve que fastidiar como tantos otros de mi generación. El caso es que no encontré dos de los títulos mas importantes, aunque solo hubiese sido uno de ellos entre todos los que menciona que posee, y mire que lo leí veces, pues nada que no los encontré, y son los de la humildad y el de la modestia; se lo pongo con minúscula porque la humildad es eso, modestia y viceversa.
Sin quererlo me ha traído los recuerdos mas bonitos de mi infancia en la ciudad que me vio nacer y de la que tan orgulloso estoy de pertenecer. De verdad señor Morilla que ha estado usted sembrado, como dicen por estos lares, al llamarme “Juanito J. Aranda “; con retranca, semánticamente o entrecomillado a mí me ha dado mucha alegría, qué quiere que le diga, porque así es como me llamaba la señora Mariquita, mi madre, la que me parió, que también era de Melilla. Anda y que no quería a su ciudad. Me llena de orgullo y rubor cuando dice que defiendo mi ciudad a capa y espada; pues no señor, que solo es a capa, léase con la palabra y mi humildísima pluma de “principiante o meritorio de categoría local”, la espada la dejo para los espadachines en los torneos olímpicos.
Le digo de corazón que si me hubiese enterado de cuando le entregaron el 2º Premio de Poesía en el hotel Málaga Palacio, aquí en Málaga, no me lo hubiese perdido.
Dice “he podido irme a Francia, Suiza francófona o Bélgica, pero preferí quedarme en Nador”. ¡Ay! pillín, con perdón. Eso de quedarse en Nador, ¿ no sería por las “ochocientas mil pesetillas mensuales” que dice le paga el Estado ?. Un amigo mío, otro cachondo, dice que una cosa es que le paguen a uno una cantidad y otra es que se la gane; pero creo que en el caso de usted, señor Morilla, es que las gana, o sea que se las curra yendo y viniendo a Nador cada día y si es en invierno con el frío que hace tan de mañana por esa carretera cercana a la costa. Pero menos mal que en verano descansa de carretera y de la briega de los chavales. De verdad que me alegro otra jartá. Pero permítame un consejo : no vaya diciendo por ahí que cobra, gana o le pagan ochocientas mil pesetillas (qué barbaridad) al mes porque le van a crecer los enanos y a lo mejor le rebajan algún concepto, con todos mis respetos a los bajitos. Cómo se le ocurre decir, hombre de Dios, en un medio de comunicación que el Estado le paga ochocientas mil pesetillas al mes por dar clase a catorce kilómetros de Melilla. Creo, con todos mis respetos y mi ignorancia; a lo mejor es eso que soy un ignorante, que eso es una imprudencia y puede que algún superior un poco quisquilloso o envidioso y que cobre menos que usted diga algo como : “porqué este hombre cobra mas que yo si tiene una categoría inferior y además debe residir en Nador y no en Melilla”, es un suponer, y ya está liada la cosa Porque como sabrá en España hay muy pocas personas que ingresan esa cantidad mensualmente, quizás algún ministro, Presidente de Autonomía, Alcaldes y pare usted de contar. Porque usted sabrá, que para eso es muy leído y estudiado, que las viudas de los trabajadores, los obreros del campo del rojerío andaluz, como usted les llama, los que están en el paro y no cobran nada porque se les ha acabado la prestación, que se han convertido en pobres vergonzantes, o sea que les da vergüenza de pedir porque nadie les da trabajo por ser cuarentones o cincuentones, los viejos que no pueden estar en una residencia de idem (3ª Edad) porque no hay plazas suficientes; en fin, tantas y tantas personas se sentirían ofendidas al saber que un maestro de escuela (qué bonito título) con muchos premios de poesía en su curriculum y con destino en Marruecos pero con los privilegios de residir en España, Melilla, y no en la plaza donde presta sus servicios, que para eso le darán sus abultadas dietas, cobre ochocientas mil pesetillas, lo digo en diminutivo para que suene como avergonzado, que es como me ha parecido que lo dijo, al mes y ellos no tienen ni para unas zapatillas que ponerse en sus cansados pinrreles. Como sabrá también con lo que usted cobra al mes hay para veinte pagas no contributivas; sí, esas que cobran algunas personas que son incapacitados o ancianos que no han cotizado por ellos y que llegan al final de mes a trancas y barrancas con los ocho mil duros que el Estado o las Comunidades respectivas les dan. Las de Asistencia Social no llegan a treinta mil. Yo le recomiendo una cura de humildad y verá lo bien que se va a sentir. Es lo mismo que los balnearios de aguas apestosas que huelen a huevos podridos, uno va allí lleno de granos, sarna o psoriasis y a los pocos días se encuentra hecho un chavea. Haga la prueba y verá lo bien que se sentirá al dejar fuera la jactancia.
En los últimos párrafos llega a tutearme y todo, no me molesta, al contrario, me encanta que lo haga cuando dice en referencia a las mujeres, que llama féminas que : “vosotros habéis insuflado en todos los organismos habidos y por haber”. A mi me parece que se dirigirá con algún resentimiento a alguien en particular porque al plumero que dice que se me ve ya le dije que no soy maricón y que me gustan las mujeres y la mía mas aún. Hay otros que su plumero se lo trajo puesto cuando le dieron con la puerta en la jeta al cambiarse de chaqueta o jubón y se pasó a la otra acera política, que de haberlos también háylos, señor Morilla. Con esa gente es con quien debe ser crítico. Como no pertenezco a partido político alguno no me han tenido que hacer el vacío por ser un pelota o un trepa. Se dará cuenta que los alpinistas cuando van escalando una pared en un monte van tomando posiciones con los piés y las manos, tal como andan los cocodrilos y los lagartos o se arrastran las serpientes, pero estos lo hacen en el suelo en horizontal, arrastrándo la panza; los trepas lo hacen en vertical y algunos cuando llegan o creen llegar a donde deseaban se pegan el castañazo padre. Que no confundo velocidad con tocino alguno ni tampoco el culo con el tiempo de ayuno en el principio de cada estación del año ( léase témporas ) que imagino que será lo que quiere usted decir. Que no llevo plumas cuando me dice que soy un plumífero. Señor Morilla, si usted se repasara el diccionario, que imagino tendrá uno a mano, porque para eso es profesor y ganador de varios premios de poesía, podrá leer que la palabra plumífero es un animal que lleva plumas y ya le digo que yo de sarasa nada de nada, y si lo fuera estaría la mar de orgulloso de serlo, pero se que no me lo dice por ese motivo sino por lo de “plumilla” : diminutivo de pluma y por definición es una persona que empieza a escribir en los periódicos. Ya se lo digo al principio, soy un neófito en estas lides y con personas como usted aprendo a escribir lo mejor que sé, por eso le estoy tan agradecido. Y si usted dice : “me OPONGO”, así de tajante y con dos cojones a que los gays, (me gusta mas decir maricones con todo mi cariño sin nada peyorativo) se casen o que se les permita “ADOPTAR”, (las mayúsculas son de usted, no mías), o sea mas cojones, a una criatura, “al menos hasta que sea mayor de edad”. Como veo y observo que al final de su escrito, al parecer estaba nerviosillo o algo cansado, aquí debió tener un lapsus cuando dice que “muchísimo MAS me opongo a que se les permita adoptar una criatura, al menos hasta que sea mayor de edad”. Le diré que a un joven mayor de edad, ¿ quién va a adoptarlo, ellos se dejarían ?; venga hombre por Dios, con lo problemáticos que son algunos y lo que comen los tíos y tías, que si la ropa de marca, que si las zapatillas de otra marca, a no ser que tengan alguna minusvalía y la pareja de maricas o de machorras sean unos buenos samaritanos y lo acepten, que haberlos háylos. Yo no me opongo, lo iba a poner en mayúsculas pero he preferido en minúsculas, para qué tantos cojones nerviosos.
Hace unos días leía en “El País” una frase que me impacto como todo lo que se refiere al órgano que nos late en el pecho y es que este posee razones que la razón no entiende. Al final me endiña usted una frase de un antiguo profesor que dice que la peor ofensa que se pueden inferir a un adversario es ignorarlo, y acaba con la palabra amén. Que yo no soy ningún adversario, que estoy a su lado, aunque discrepe en algunos temas. Si todo el mundo fuéramos iguales en nuestros pensamientos, qué aburridos y bobos seríamos, verdad. Si no desea responder mas a mis escritos porque “el tiempo perdido no se recupera jamás” yo le ruego que lo haga porque, le repito, así aprenderé de un profesional como lo es usted.
Yo no digo amén al final del escrito, como usted, porque no hemos rezado oración alguna. Tengo que decirle “manque le duela”, como me dice usted, con esa gracia espontánea y tan salerosa, cada vez que lea algo peyorativo de personas o entidades públicas que no se puedan defender de sus diatribas, lo siento en el alma, señor Morilla, me tendrá enfrente, no como una mosca cojonera sino con toda la empatía posible, sin ofensas ni descalificaciones, y eso sí, con todo el cariño del mundo. Y deje a la Oposición tranquila hasta que llegue al Gobierno, si es que llega, porque hacerle oposición a la Oposición es como el que tiene tos y se rasca el culo.
Y como veo que le gustan las frases le diré una de Francoise Marie Arouet, aquél que llamaban Voltaire : “Una palabra mal colocada estropea el mas bello pensamiento”. No estropeemos nada “Paquito Morilla”. Para que vea que yo también le llamo Paquito ¡eh!. Hale no se me enfade y sonría que la vida es bella y mas usted con sus ochocientas mil calas del ala que le endiñan cada mes. Pero qué suerte tiene, joder.
Como en mis anteriores escritos reciba un cordial saludo desde esta otra orilla.


Málaga 1 de Agosto de 2002


Juan J. Aranda