Algo sobre el habla andaluz 02/12/02
ALGO SOBRE EL HABLA ANDALUZ
Desde hace un tiempo la televisión andaluza ha sacado la vieja reivindicación del habla andaluza, como queriendo mantener una norma para que el tópico, mas bien topicazo, del ceceo o seseo, según la región de Andalucía, sirva de reivindicación cultural de estos lares. Hay quien propone que el andaluz se enseñe en los colegios desde muy temprana edad y yo, que soy un neófito en estas lides, me pregunto si, en vez de enseñar andaluz en los colegios, que ya se aprende en la calle, porqué no se enseña otra lengua aparte de la oficial, el castellano. Hace muchos años, casi cuarenta, cuando yo prestaba mis servicios postales en Barcelona, muchos catalanes, hijos de andaluces, de castellanos, de murcianos, de gallegos, etc, (charnegos en plan peyorativo) y castellanos mesetarios, de los que dicen Madriz en vez de Madrid, se mofaban del habla de muchos andaluces diciéndoles (a mí también) que éramos unos analfabetos cuando al pronunciar algunas palabras nos tragábamos las eses del plural y el ceceo y seseo lo pronunciábamos con zezeo. Recuerdo que el gran periodista y legendario locutor de radio, retransmisor de tantos partidos de fútbol y de toros, Matías Prat, cordobés, dijo que al principio de su carrera se vio obligado a pronunciar las ces y las eses finales del plural, y él tomó la norma de cuando pronunciara una palabra que lleva una c convertirla en una efe, por ejemplo : cacería, la convierte en cafería, y muy pocas personas lo nota; claro que Matías Prat es un maestro del lenguaje al que admiramos mucha gente. Pero yo pienso que por muy políglotas que sean las personas cuando uno se corta al afeitarse o comete algún error imprevisto, siempre utiliza la lengua de su tierra, o sea la materna : “¡ joé, ya me cortao ¡”. Si a un zamorano o a un vasco le dices que se te ha caído un anillo por la madrevieja le sonaría raro si no sabe que en Andalucía, y concretamente en Málaga (en Melilla también), una madrevieja es un sumidero destinado a recoger las aguas de lluvia o las inmundicias de un patio, una vulgar alcantarilla. La exclamación : ¡ Jesús !, utilizado con sentido de espanto, susto o conmiseración o admiración, o cuando alguien estornuda. Sobre esta última acepción en verdad se exclama: ¡ Jesús, María y José !; Díaz de Escovar en Curiosidades Malagueñas dice: “La epidemia de 1522 se llamó el Moquillo y consistía en una destilación venenosa (....) que obligaba a estornudar, produciendo una muerte instantánea. Éste estornudo mortal parece dio origen a las palabras Jesús, María y José y que aun muchas personas se lo dicen al que estornuda”. Bueno, pues si alguien exclama : ozú, qué guapa es (Jesús, qué guapa es); o esta otra que se escucha a menudo :oú, qué malito estoy (Jesús, qué malito estoy). Agüelo por abuelo; aguaúcho por aguaducho (puesto callejero que vende bebidas); alúa por hormiga alada, y chocho según el D.R.A.E. es vulva, en uso vulgar, pero en Málaga, según le Diccionario Popular de Málaga y Provincia tiene varias acepciones: “A la mujer con poco juicio se le llama chocholoco; cuando tiene muy abultado el vientre es chochilantera; la solterona es chochomanío, y a la beata poco agraciada es una chochotriste ” . Muchas de estas palabras en Melilla se usan desde siempre pero en Andalucía, y concretamente en Málaga y su provincia se usan todas, por eso mi opinión, aunque sea pobretona y baldía y no me hagan ni caso, es que en las escuelas de Andalucía se enseñe una segunda lengua, aparte del castellano porque como digo anteriormente, en la calle se aprende a hablar en el idioma que hablan los del lugar, enriquecido con el de la inmigración, sea en Almedinilla de Córdoba, Ogijares en Granada, Lora de Estepa en Sevilla, en la barriada de El Palo en Málaga, o en cualquier parte de Andalucía.
El poeta Salvador Rueda, respecto a las sardinas, decía en uno de sus romances, que pregonaban los clásicos cenacheros, vendedores de pescado por los barrios de Málaga :“ Con sus túnicas divinas, / que la luz besa temblando, / llevo vivas y saltando / las relucientes sardinas ” . Y otro poeta malagueño, conocido en Melilla por haber llevado una calle céntrica su nombre, Arturo Reyes Aguilar, decía respecto a las mujeres que se ganan la vida con sus cuerpos en plena calle, como en la actualidad se puede observar en cualquier ciudad : “ Debajito de aquélla farola / están haciendo un tratito / un señor y una señora / ”.
“ Deja la niña zangón, / que tú tienes quince años / y la niña veintidós ”/. Esta es una canción popular de un pueblo malagueño que hace referencia a un chaval de unos quince años que empieza a despertársele el gusanillo del sexo.
¿ De verdad creen ustedes que estas expresiones se aprenden en un colegio andaluz ? . Mi menda, y servidor de ustedes, no se lo cree porque el sistema escolar que no tenga el cimiento de los padres es como un saco sin fondo . Es mi opinión; y si es discutida y matizada, tanto mejó (mejor) .
Reciban un saludo .
Juan J. Aranda
Málaga 2 de diciembre 2002
Desde hace un tiempo la televisión andaluza ha sacado la vieja reivindicación del habla andaluza, como queriendo mantener una norma para que el tópico, mas bien topicazo, del ceceo o seseo, según la región de Andalucía, sirva de reivindicación cultural de estos lares. Hay quien propone que el andaluz se enseñe en los colegios desde muy temprana edad y yo, que soy un neófito en estas lides, me pregunto si, en vez de enseñar andaluz en los colegios, que ya se aprende en la calle, porqué no se enseña otra lengua aparte de la oficial, el castellano. Hace muchos años, casi cuarenta, cuando yo prestaba mis servicios postales en Barcelona, muchos catalanes, hijos de andaluces, de castellanos, de murcianos, de gallegos, etc, (charnegos en plan peyorativo) y castellanos mesetarios, de los que dicen Madriz en vez de Madrid, se mofaban del habla de muchos andaluces diciéndoles (a mí también) que éramos unos analfabetos cuando al pronunciar algunas palabras nos tragábamos las eses del plural y el ceceo y seseo lo pronunciábamos con zezeo. Recuerdo que el gran periodista y legendario locutor de radio, retransmisor de tantos partidos de fútbol y de toros, Matías Prat, cordobés, dijo que al principio de su carrera se vio obligado a pronunciar las ces y las eses finales del plural, y él tomó la norma de cuando pronunciara una palabra que lleva una c convertirla en una efe, por ejemplo : cacería, la convierte en cafería, y muy pocas personas lo nota; claro que Matías Prat es un maestro del lenguaje al que admiramos mucha gente. Pero yo pienso que por muy políglotas que sean las personas cuando uno se corta al afeitarse o comete algún error imprevisto, siempre utiliza la lengua de su tierra, o sea la materna : “¡ joé, ya me cortao ¡”. Si a un zamorano o a un vasco le dices que se te ha caído un anillo por la madrevieja le sonaría raro si no sabe que en Andalucía, y concretamente en Málaga (en Melilla también), una madrevieja es un sumidero destinado a recoger las aguas de lluvia o las inmundicias de un patio, una vulgar alcantarilla. La exclamación : ¡ Jesús !, utilizado con sentido de espanto, susto o conmiseración o admiración, o cuando alguien estornuda. Sobre esta última acepción en verdad se exclama: ¡ Jesús, María y José !; Díaz de Escovar en Curiosidades Malagueñas dice: “La epidemia de 1522 se llamó el Moquillo y consistía en una destilación venenosa (....) que obligaba a estornudar, produciendo una muerte instantánea. Éste estornudo mortal parece dio origen a las palabras Jesús, María y José y que aun muchas personas se lo dicen al que estornuda”. Bueno, pues si alguien exclama : ozú, qué guapa es (Jesús, qué guapa es); o esta otra que se escucha a menudo :oú, qué malito estoy (Jesús, qué malito estoy). Agüelo por abuelo; aguaúcho por aguaducho (puesto callejero que vende bebidas); alúa por hormiga alada, y chocho según el D.R.A.E. es vulva, en uso vulgar, pero en Málaga, según le Diccionario Popular de Málaga y Provincia tiene varias acepciones: “A la mujer con poco juicio se le llama chocholoco; cuando tiene muy abultado el vientre es chochilantera; la solterona es chochomanío, y a la beata poco agraciada es una chochotriste ” . Muchas de estas palabras en Melilla se usan desde siempre pero en Andalucía, y concretamente en Málaga y su provincia se usan todas, por eso mi opinión, aunque sea pobretona y baldía y no me hagan ni caso, es que en las escuelas de Andalucía se enseñe una segunda lengua, aparte del castellano porque como digo anteriormente, en la calle se aprende a hablar en el idioma que hablan los del lugar, enriquecido con el de la inmigración, sea en Almedinilla de Córdoba, Ogijares en Granada, Lora de Estepa en Sevilla, en la barriada de El Palo en Málaga, o en cualquier parte de Andalucía.
El poeta Salvador Rueda, respecto a las sardinas, decía en uno de sus romances, que pregonaban los clásicos cenacheros, vendedores de pescado por los barrios de Málaga :“ Con sus túnicas divinas, / que la luz besa temblando, / llevo vivas y saltando / las relucientes sardinas ” . Y otro poeta malagueño, conocido en Melilla por haber llevado una calle céntrica su nombre, Arturo Reyes Aguilar, decía respecto a las mujeres que se ganan la vida con sus cuerpos en plena calle, como en la actualidad se puede observar en cualquier ciudad : “ Debajito de aquélla farola / están haciendo un tratito / un señor y una señora / ”.
“ Deja la niña zangón, / que tú tienes quince años / y la niña veintidós ”/. Esta es una canción popular de un pueblo malagueño que hace referencia a un chaval de unos quince años que empieza a despertársele el gusanillo del sexo.
¿ De verdad creen ustedes que estas expresiones se aprenden en un colegio andaluz ? . Mi menda, y servidor de ustedes, no se lo cree porque el sistema escolar que no tenga el cimiento de los padres es como un saco sin fondo . Es mi opinión; y si es discutida y matizada, tanto mejó (mejor) .
Reciban un saludo .
Juan J. Aranda
Málaga 2 de diciembre 2002
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